El Brócoli

A pesar de su olor inconfundible, el brócoli es un auténtico y genuino superalimento.
Puede que a los niños no les encante, pero una cosa deben saber: es excelente para nuestro organismo.
Del brócoli se puede comer casi todo, tanto las hojas como las inflorescencias, y se puede consumir tanto cocido como crudo.
Es rico en vitaminas, hierro, potasio y calcio y, gracias a la presencia de fibras, ayuda a la regularidad intestinal; contiene carotenoides que protegen la vista y tiene un índice glucémico bajo, por lo que es muy útil para mantener a raya la glucemia.
El brócoli es muy delicado al paladar y se presta a acompañar tanto la carne como el pescado. Es ideal como condimento de primeros platos y -¡por qué no! — se puede servir como aperitivo.
A este punto, ¿quizá valdría la pena «sacrificarse» y cocinarlos?